
Anoche invadiste mi lecho...
yo, cual guerrera atenta estuve a tu llegada, a tu asalto...
pero al sentir tu calor,
no pude más que arrojar mis armas y rendirme ante tu mirada...
y aunque tu cuerpo lejos estaba,
tu alma poseyó mis besos una y otra vez...
ESo se llama, entonces cópula de almas. Un abrazo, bizcocha.
ResponderEliminarSaludos desde mi habitacion
ResponderEliminaroaxaca. mexico